18 de octubre de 2014

El Cronista Don Julio César Sánchez Olivo



EL  CRONISTA  DON JULIO CÉSAR SÁNCHEZ OLIVO.

      Poeta, Ensayista, Periodista, Promotor Social y Cultural, Político y, fundamentalmente, Amador de su Tierra. Don Julio César Sánchez Olivo nació en las cercanías de la población apureña de Guachara, en pleno Cajón de Arauca, el díooa 21 de Octubre de 1909, de la unión matrimonial de Don Teodoro Sánchez Osto con Doña María Josefina Olivo Fuentes de Sánchez.  Era el segundo de tres hermanos.
      La carencia de facilidades para instruirse en un medio aislado y bravío como el del Apure de ese tiempo la suplió la propia madre, pues el padre había muerto en 1913. El mismo Sánchez Olivo decía que él era autodidacta, puesto solo asistió a una escuela de Primeras Letras durante unos pocos meses. La mayor parte de la orientación educativa la recibió de Doña María, su madre, quien se empeñó en que escribiera una plana diaria, copiando regularmente del Consejero de la Juventud, o del Manual de Urbanidad, de Manuel A. Carreño, y leyera sobre gramática, geografía, historia, aritmética y algunos otros libros escolares, logrando inculcarle el hábito de la lectura. A los doce años ya había incursionado por la Biblia, Don Quijote de la Mancha, las obras de Víctor Hugo, Alejandro Dumas, padre e hijo.
        Don Julio César vivió sus primeros veinte años en los hatos “chaparralito” y “Los Cañitos”, propiedad de su familia, por lo que en sus niñez y juventud aprendió y ejecutó como un consumado “llanero” toda clase de faenas rudas y peligrosas típicas del medio campestre apureño. Además, aprendió a versificar y contrapuntear al pie del arpa, poniendo de manifiesto su facilidad para la improvisación relancina, característica de los cantores sabaneros.
       En 1928 se traslada a San Fernando, donde trabaja como contabiliza de varias casas comerciales de la plaza, hace algunas pasantías como secretario de algunas prefecturas apureñas y en 1937 inicia una incesante actividad periodística que va a llegar hasta  sus últimos momentos de vida (su pimer artículo de prensa lo tituló “Gobernadores y Prefectos”, publicándolo en el semanario Cordura,  que estaba dirigido por el Dr. Angel Domingo Beroes). Su actividad es incesante: en 1938 funda, con algunos amigos, la “Asociación de Pequeños Criadores del Estado Apure”.  Ese año también actúa, por poco tiempo,  como Secretario General de Gobierno, con  el Dr. Alejandro Rivas Vásquez, Presidente del Estado Apure.
       En 1939 es detenido por sus artículos contra el régimen del General Eleazar López Contreras, permaneciendo preso durante año y medio. En 1941 inicia su famosa columna periodística “Camino Real”, en el Semanario Pueblo,  dirigido por Pedro Elías Hernández Figueredo. En 1942 participa en la fundación de la Asociación Regional de Ganaderos del Estado Apure, en San Fernando.  En 1943 contrae matrimonio con Guillermina Fernández Navas, pero no tuvo descendencia y todo su cariño lo volcó hacia sus sobrinos.
       En 1944 se inscribió en el partido Acción Democrática, codeándose con la dirigencia regional y nacional de este ente político. En 1945 es uno de los promotores del Comité “Pro-Restablecimiento de las Vías Fluviales en Apure”, en la ciudad de Caracas; recae en su persona la responsabilidad de Secretario General del mismo, y el de Presidente en el Dr. Saverio Barbarito Echenique. En 1945, después del derrocamiento del General Isaías Medina Angarita, fue nombrado Secretario General de gobierno por el nuevo Presidente del Estado, Juan Salerno Melo; después Carlos Elías (“Concho”) Vivas lo ratifica en el mismo cargo, correspondiéndole entre el cargo de Primer Magistrado Regional al Dr. Pedro Elías Hernández Figueredo, quien lo ratifica en el cargo de Secretario General.
       En 1946 asistió como Diputado por Apure ante la Asamblea Nacional Constituyente de ese año.  En 1950 es detenido por las autoridades perzjimenistas de Apure y después de tenerlo noventa días incomunicado, lo expulsan del Estado y se radica en la ciudad de Valle de La Pascua, donde, aparte de las actividades comerciales a que se dedica, se ocupa en los ratos libres de la actividad intelectual.  En 1958 vuelve a Apure y es electo Senador de la República por el Estado Apure (1959 – 1964).
       En 1959 funda con otros apureños en Caracas el “Comité Amigos de Apure”, cuya presidencia ejerce la Dra. María Josefa Salerno, para luchar por un Apure mejor.  Con ese mismo propósito inicia un programa  semanal por Radio Continente, que titula “Apure en Marcha”.  En San Fernando funda el quincenario El Apureño, donde escribe con el pseudónimo de “Yaruro”.  En todo ese tiempo la producción literaria va surgiendo poco a poco, como decantándose con las diversas peripecias que la vida le depara a Sánchez Olivo.
       Su estadía en el Congreso Nacional la utiliza para plantear  soluciones a los diferentes problemas que acogotan a su Apure; así plantea la construcción de carreteras, defensas contra las  inundaciones, y un “Plan de Desarrollo Integral para Apure”; en 1968, a través del periódico Impacto, de San Juan de los Morros, propone la creación de una Corporación de Desarrollo para los Llanos Centro – Sur, que puede considerarse como un antecedente directo de lo que hoy es CORPOLLANOS.
      En 1969 se establece en San Fernando y el día 1º de Junio inicia un programa radial dominical en la emisora “La Voz de Apure”, que tiene como nombre “El Apure de Ayer, de Hoy y de Siempre”, con el propósito de demostrarle a propios y extraños que Apure si ha tenido y tiene una muy sobrada tradición cultural. Ese programa después lo llevó a otras estaciones de radio, manteniéndolo en el aire, casi  hasta su muerte, en 1988. Del Asilo de Ancianos de Biruaca, donde se había refugiado en los últimos años, partía semanalmente a cumplir su compromiso con Apure. Su programa era una cátedra libre a través de la radio, donde Sánchez Olivo hablaba de las viejas tradiciones, costumbres e historia del Llano  Apureño, despertando en sus habitantes el interés de luchar por el bienestar de su tierra, sin olvidar sus propias raíces.
       Su  telurismo lo lleva a expresar  cantando lo que siente, fundamentalmente en el poemario Por el Rumbo del Recuerdo (dos ediciones. La primera, de 1975,  con prólogo del intelectual margariteño  Efraín Subero):

Mi verso viene del llano
y vuelve al llano mi verso;
de allá viene, hacia allá va,
por el rumbo del recuerdo.
Como me lo dio mi tierra
así mismo lo devuelvo
rudo, orgulloso, sencillo,
sin adornos forasteros.

        En su producción poética se siente la fuerte influencia de los viejos romances castellanos, igual a como puede palparse en los versos de otros bardos compenetrados con el terruño, como Lazo Martí, Alberto Arvelo Torrealba, Germán Fleitas Beroes o  cualquier otro coplero llanero. Es el legado innegable del hombre de la sabana abierta a los cuatro vientos.
         Por iniciativa suya, en Apure es creado una organización parecida a la que funcionó en Caracas: Comité Amigos de Apure “María Josefa Salerno”, en recordatorio a fallecida Dra. Salerno; también la “Biblioteca de Autores y Temas Apureños”  y la Oficina del Cronista del Estado Apure, que le permite a los apureños dar a la luz pública sus  producciones literarias. 
        En 1982 la Academia Venezolana  de la Lengua  lo nombra Miembro Correspondiente suyo por el Estado Apure y en 1986 hace lo mismo la Academia Nacional de la Historia. Ese año 86 es nombrado Profesor Honorario de la Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”.   Aparte de estos reconocimientos, varias bibliotecas y calles de  Apure  llevan su nombre.
      Julio César Sánchez Olivo murió en la ciudad de Maracay, el día 22 de Abril de 1988 y sus restos mortales fueron trasladados a San Fernando, donde reposan en el viejo cementerio de la capital apureña (en “Jobalito”).
      Uno de los estudiosos de su vida y obra opina de Sánchez Olivo como sigue:  “En su largo recorrido vital bien puede mirar hacia atrás, para sentirse sinceramente contento de los años vividos, porque ha mantenido preclara vivencia de las letras, la cultura, las ciencias y el periodismo. Hombre ponderado y culto, de finos modales y temperamento reposado, guía y doctor del intelecto, escritor de atildada pluma, historiógrafo y académico.  Llanero integral que supo amar a su tierra y manejar su pluma polémica con destreza, cariño y sabiduría. Su vida fuente inagotable de bondad generosa. Su nombre perdurará en la llanura como ejemplo altamente inspirador para las nuevas generaciones.

(AME, 1993:  7-13).

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